Sólo Dios sabe por qué hace las cosas… y también sólo ÉL sabe el dolor que siente una madre al perder un hijo.
Sé que el padre sufre de igual forma pero, como mujer que soy y con las enormes ganas que tengo de ser madre algún día, es que no puedo dejar de identificarme con esa mujer que perdió los más importante que tenía en su vida.
Hoy otra mujer de mi entorno cercano se convirtió, en un período de cuatro meses más o menos, en la tercer madre que ve como la vida le enseña la lección más dura para un padre: separase definitivamente de su hijo.
Quienes transitamos un camino espiritual sabemos que esto es parte de la evolución, que es un aprendizaje y que, en algún momento, las almas volverán a encontrarse.
Pero acaso esto es consuelo? Acaso esto disminuye en algo el dolor?
Intento ponerme en el lugar de esas madres, intento sentir su dolor… quién sabe por qué lo hago. Tal vez para intentar entender cómo se sigue viviendo con un dolor tan inmenso.
Y por más que lo intento, y por más que me duele tanto, creo que no lo sabré con certeza hasta que tenga mi propio hijo.
La mente busca mil explicaciones, necesita entender, juzga todo y a todos, incluso a Dios por llevarse a ese ser de luz de este mundo… Y no entendemos que así es la vida, que te cambia todo en un segundo -tal vez para enseñarnos, una vez más, que no tenemos control sobre nada y que cada segundo hay que disfrutarlo al máximo-.
Hoy Juani, ese angelito que estuvo 8 meses entre nosotros, nos dejó físicamente.
A él le deseo que siga en mucha luz y que ojala pronto esté de nuevo entre nosotros.
A sus padres, familiares y afectos les envío mi mejor energía para que, en luz, puedan sobrellevar este duro momento. Y los invito a que recordemos cada segundo que pudimos pasar con él, cada sonrisa de Juani, cada gesto de cariño, cada segundo que fuimos bendecidos con su presencia.
Para vos Juani, mucha luz y descansa en paz.
Acá te estaremos esperando para cuando decidas regresar.
Cuanto dolor mamita.. te quiero y te abrazo a la distancia!
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